Para cualquier empresa que quiera tener una proyección pública, especialmente en las redes sociales y en webs y espacios digitales, es imprescindible crear una identidad de marca («branding»).
Esta labor quedaba reservada a profesionales del diseño y solía exigir un tiempo de estudio, preparación y presentación de propuestas no especialmente corto.
Pues ahora, a mediados del 2023, una herramienta de inteligencia artificial permite su creación en pocos minutos. La he probado con mi logo y he podido ver al momento cómo permite crear la identidad corporativa en las cartas y sobres, en la firma de los correos electrónica, en una web, en camisetas, en bolsas y en todas partes.
Sólo hace falta entrar en https://looka.com y rellenar algunos campos. Si tenéis un logo, subidlo para que esta herramienta encuentre los colores corporativos y la tipografía. Si no tenéis logo, lo crea automáticamente.
Yo la he probado sin hacer login, sin abrir cuenta. Echad un vistazo y jugad.
LOS ELEMENTOS DE LA IDENTIDAD DE MARCA, UNO A UNO
Establecer una identidad corporativa fuerte es esencial para cualquier marca o empresa. Una identidad de marca efectiva no sólo ayuda a diferenciarse de la competencia, sino que también transmite los valores, personalidad y propósito del negocio a los consumidores.
Éstos son los elementos distintivos clave que hacen destacar una marca.
- Logotipo: El logo es el punto central de la identidad corporativa y es el elemento visual que los consumidores asociarán de inmediato con la marca. Debe ser único, memorable y representar la esencia y valores del negocio. El estilo, los colores y las formas utilizadas en el logo deben reflejar una personalidad propia y conectar con el público objetivo.
- Paleta de colores: Los colores juegan un papel fundamental en la percepción y asociación con una marca. Cada uno tiene una connotación y un efecto emocional distintos. Es importante utilizarlos de forma consistente en todos los materiales de marketing y comunicación para reforzar el reconocimiento inmediato de la marca.
- Tipografía: Las fuentes tipográficas utilizadas también tienen un impacto significativo en la forma en que la marca es percibida. Una tipografía adecuada debe ser legible, coherente con el carácter del negocio y reflejar su estilo. Puede ser clásico y elegante (Baskerville, Times New Roman), moderno y minimalista (Helvetica, Arial y otras fuentes sans serif), joven y artístico (tipografías manuscritas o caligráficas), creativa (Lobster, Brush Script), infantil e informal (Varela Round, Comic Sans)… Algunas marcas optan por crear typos propios para establecer una identidad aún más única.
- Eslogan o lema: Un eslogan o lema bien elaborado puede reforzar el mensaje central de la marca y ayudar a que sea recordado. Debe ser conciso, persuasivo y captar la esencia de la marca. Un buen claim puede comunicar los valores y beneficios competitivos de la marca en pocas palabras.
- Misión, visión y valores: Además de los aspectos visuales, la identidad corporativa también debe basarse en unas ideas-fuerza que sean sólidas. La misión define el propósito y el objetivo de la marca. La visión establece su dirección a largo plazo. Y los valores representan los principios fundamentales que guían a las acciones de la marca. Estos elementos deben ser comunicados de forma consistente en todos los aspectos de la presencia de la marca.
- Voz y tonalidad: La forma en que el negocio se comunica con su público también es un elemento clave de la identidad corporativa. El tono utilizado en las redes sociales, en la web y en cualquier otro soporte escrito debe ser coherente con la personalidad de la marca y adaptarse al púolico objetivo.
- Elementos visuales adicionales: Además de los puntos clave mencionados anteriormente, otros aspectos visuales como ilustraciones, fotografías, gráficos o formas especiales pueden contribuir a dar vida a la identidad corporativa. Estos elementos adicionales deben ser coherentes con el logo y la paleta de colores, y reforzar los valores y el mensaje de la marca.
En resumen, la identidad corporativa es una combinación de factores visuales, de mensaje y de valores que definen y diferencian a una marca.
Para su creación, es esencial trabajar en cada uno de los elementos mencionados, como un corpus homogéneo, y hacerlo de forma sostenida en el tiempo. Es así como la marca podrá destacarse en un mercado competitivo y conectar con su público de forma significativa.